Recientemente, realizamos una prueba para la producción de pasta de pistacho en uno de nuestros molinos coloidales, utilizando únicamente pistachos sin ningún aditivo. El proceso fue sencillo: los pistachos se colocaron en la tolva de la máquina y, tras un solo paso por el molino, obtuvimos una pasta de pistacho suave, homogénea y de excelente consistencia.

Para quienes deseen una textura aún más fina, la pasta puede pasar por el molino una segunda vez. Este paso adicional produce un resultado aún más cremoso. En esta etapa, también es posible incorporar otros ingredientes, como azúcar, aceite o estabilizantes, según la receta o la preferencia del cliente.

El principio de funcionamiento del molino coloidal es simple pero eficaz: los frutos secos se muelen entre un rotor de alta velocidad y un estator fijo, reduciendo las partículas a tamaño coloidal. La finura de la molienda se puede ajustar para lograr la consistencia deseada, desde una pasta con ligera textura hasta una crema muy suave. Este método permite a los productores crear pasta de pistacho de alta calidad, ideal para la industria de la confitería, la panadería y la láctea.

En los últimos años, la pasta de pistacho ha ganado popularidad gracias a su sabor único y su versatilidad en postres, helados, productos de panadería y cremas para untar. Además, mantiene un precio de mercado elevado, lo que la convierte en una opción muy atractiva para los productores. Con un molino sencillo, es posible obtener un producto que satisfaga tanto la demanda del consumidor como la rentabilidad del negocio.

Vea el vídeo de la prueba de molienda de pistachos en nuestro canal de YouTube.